Junio 2010
Barcelona (España)
Estando de visita en el zoo y durante la explicación que los cuidadores hacen sobre los leones marinos, el macho, el de mayor tamaño, se acerca espontáneamente al cristal. Al otro lado la niña le espera y aparece la magia...
Todo ternura, amor incondicional entre dos seres. La fuerza del momento sobrepasa el cristal de una forma arrolladora.
Siempre he sentido que esta foto es un regalo y siempre que la veo sólo puedo expresar una cosa: Gracias, Gracias, Gracias.
Gonzalo G. Couce